El Ejército británico, aliado de España contra las invasoras tropas napoleónicas, sostiene aún una deuda pendiente de 511.677 reales (hoy aproximadamente 600.000 euros) con la ciudad española de Astorga desde el inicio de la Guerra de la Independencia (1808-1812).
Durante la primera campaña en que el Ejército británico permaneció en Astorga (León), durante diciembre de 1808, tras su marcha de la ciudad dejaron sin pagar unos suministros por un valor que en la actualidad supondrían unos 600.000 euros, según ha explicado el historiador Arsenio García Fuertes.

García Fuertes, con fuentes del Archivo Municipal de Astorga, ha indagado en la historia de esta ciudad y concretamente en el contexto general de la guerra cuando, en noviembre de 1808, las tropas francesas desplegaron una gran ofensiva en los campos españoles tras su derrota de Bailén, a manos del general Castaños, en julio de ese mismo año.
Al límite
Los recursos económicos de la ciudad llegaron hasta el límite, «ya que no se había hecho efectivo ningún recibo ni bono librado por los comisarios británicos», por lo que ante tal situación la Junta de Astorga solicitó auxilio a la de la ciudad de León, respondiendo ésta que le era imposible responder de forma favorable.
La Junta de Astorga tuvo que alojar a las tropas británicas en pueblos aledaños como Castrillo de Polvazares, necesitó «echar mano de los fondos de Bulas de Cruzada y conseguir víveres en los pueblos de la ribera derecha del Órbigo para sostener las peticiones de los más de 10.000 soldados» allí alojados.
Con Napoleón, más caos
A los militares -según el historiador- se les entregaba «libra y media de pan, media de carne, un cuarto de litro de vino, madera, aceite de alumbrado para las candelas y aguardiente».
Napoleón llegó a Astorga el 31 de diciembre y la situación derivó en caos: «Sus tropas, exasperadas por las privaciones, sometieron a Astorga a tres días de saqueo intenso que ocasionarían pérdidas evaluadas en 18.000.000 reales», según García.
Astorga conmemora estos días el bicentenario de aquellos hechos con una serie de recreaciones militares dirigidas por el propio historiador, y en los que participan cientos de personas procedentes de diversos países de Europa.
Fuente: elimparcial.es